ALIMENTACIÓN EMOCIONAL
TRCD 1
La
conciencia de las funciones emocionales de los alimentos y su conexión con las
diferentes zonas corporales, nos ayudan a ver a la alimentación como una
herramienta fundamental para mejorar
nuestra salud física y emocional y
mejorar nuestra calidad de vida.
El Método TRCD aporta una novedosa
visión al tema de los alimentos.
¿En qué consiste esta nueva forma de
considerar la comida?
Consideramos que nuestro cuerpo físico
es la globalización de tres aspectos básicos que le dan sus características de
estructura, movimiento y funciones. Estos tres aspectos son:
MATERIA - ENERGÍA -
EMOCIÓN
El cuerpo físico es materia y es energía
Esta característica es la más
tangible de todas: es lo que vemos, lo que tocamos, lo que sentimos en cada momento de nuestras vidas. Es el
movimiento corporal, mantener la temperatura del cuerpo, tenerlo a punto para
que haga todas las funciones que, como seres humanos, necesitamos para llevar a
cabo nuestras tareas y satisfacer nuestras
necesidades de crecimiento y evolución.
La alimentación, desde esta
perspectiva, contribuye a mantener la estructura física corporal y el aporte de
energía necesaria con los principios nutritivos esenciales para ello: grasas,
proteínas, glúcidos, vitaminas, minerales, agua...
Estos son los aspectos que se conocen desde la antigüedad y
es lo que se maneja a la hora de elegir los alimentos, ya sea para tratar
diferentes alteraciones o enfermedades como para aumentar o disminuir la masa
corporal, teniendo muy en cuenta, en este último caso, el número de calorías
que se aporta con la alimentación.
El cuerpo físico es emoción
La emoción, en el Método TRCD es
nuestra capacidad
para vivir. Por eso la emoción está
inscrita en nuestro cuerpo físico, como un doble exacto de él,
con las funciones emocionales asociadas a cada parte del cuerpo
(cada una de las cuales tiene sus funciones biológicas), y con un color que
aporta una característica energética diferente a cada parte.
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